29 de enero de 2011

Autofotorretrato: ¿Transparentes?

Mi AUTOFOTORRETRATO está basado en la idea que dijo mi profesor de Métodos de creatividad, Paco García, a principio de curso sobre la OPACIDAD, TRANSLUCIDEZ Y TRANSPARENCIA, aplicada a mí misma.

Me considero una persona bastante opaca, incluso para mí misma, aunque para ciertas personas soy casi transparentes. Este trabajo me ha supuesto un auténtico reto, he tenido que indagar muy dentro, donde da hasta miedo estar, para saber cómo me siento realmente, mis deseos, mis miedos, las cosas que me parecen importantes, los pequeños detalles que casi nadie sabe, y así hacer que fuera lo más fiel posible. Y me da mucho pudor ponerlo aquí porque es como si estuviera desnuda (sólo mi alma, claro) delante de todo el que se pase por el blog, que puede ser cualquier persona...

Una vez tuve la idea, se me ocurrió que podría hacerme varias fotos y bajarme la opacidad de la cara hasta la transparencia total gradualmente y que se fuera viendo debajo mi verdadero yo en palabras y con París como fondo (ya que es una de mis pasiones). Y más tarde se me ocurrió que un soporte perfecto sería un zootropo porque es mi otra pasión y, además, me parecía un soporte original. Así llevé mi idea del plano de mi mente a la realidad, pero cuando lo terminé todo no dio resultado que yo esperaba al 100% porque la foto era muy pequeña y no se apreciaba demasiado bien, así que hice otros dos soportes.

De esta manera mi autofotorretrato consta de tres soportes: EL ZOOTROPO, UNA TIRA DE FOTOGRAMAS Y UN MONTAJE CON LAS FOTOS

Y, por último, hice un TEXTO para acompañarlo.


¿TRANSPARENTES?

Nadie es transparente… Como mucho, con las personas más cercanas a nosotros, llegamos a tener un grado muy alto de translucidez y casi rozamos la transparencia, pero nunca la llegamos a alcanzar del todo.

Siempre tenemos pensamientos y emociones que no contamos a nadie, y no es que no confiemos en esa persona, no, simplemente hay cosas que son nuestras, que están demasiado agarradas a nuestro corazón, que nos dan vergüenza, que pensamos que no les interesará a nadie, que pueden hacer daño a los demás, que nos duele contarlas…

¿Te imaginas que alguien pudiera leerte el pensamiento? ¿Qué pudiera saber lo que piensas, sientes y tus más profundos deseos y miedos?
O… peor aún… ¿Te imaginas que todos fuésemos transparentes? Si eso llegase a ocurrir el mundo se sumiría en un caos.
Corre, corre bien lejos.






Fuente:
 - Textos, fotos y montaje propios.



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